martes, 13 de diciembre de 2016

Martes 13: ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes.

Son muchas las supersticiones que giran entorno al martes y 13, pero ¿por qué? ¿De dónde viene esta curiosa tradición de temor ante un día como otro cualquiera?



La superstición del martes trece tiene su origen en la religión.

En la religión católica, trece fueron los que compartieron la Última Cena (los Doce Apóstoles y el propio Hijo de Dios), anterior a la tortura y crucifixión de Jesús a manos del Imperio Romano. Además, ¿sabéis intuir cuál es el capítulo en el que se encuentra el Apocalipsis? ¡Correcto, en el decimotercer capítulo! Quizá sea casualidad, pero es en este capítulo (en el cual se narra el fin del mundo) en el que se hace referencia, también, a la maléfica figura de la Bestia, el Anti-Cristo.

En cuanto a la rama esotérica de la religión judía, hemos de recalcar el número de espíritus malignos. ¿Podrías decirme cuál crees que era la cantidad de espíritus malignos? Claro que sí: ¡trece!

Finalmente, en cuanto al número de la mala suerte, haremos referencia a:

  • las leyendas escandinavas en las que se habla de Loki, el dios número trece que guarda relación con el engaño y el fraude,
  • y al propio tarot, a la astrología, en la que el trece, asimismo, es sinónimo de muerte y desgracia eterna.

Por otro lado, ¿por qué martes y no lunes o jueves? Esto es, quizás, algo más sencillo de explicar. El estigma es cargado por el martes a causa de su origen, el cual es el dios de la cultura griega, Marte, Dios de la Guerra, que durante la Edad Media se asoció al maleficio. Así pues, se cree que el propio martes trece está amparado y regido por el planeta rojo, el planeta de la destrucción y la violencia.



De tal relevancia es esta superstición que hay, incluso, una fobia surgida a raíz de esto, la triscaidecafobia, que podría definirse como el miedo irracional al número trece.

Como ya hemos visto, el martes trece no es más que un día que sigue al lunes doce y que antecede al miércoles catorce; un día más. Eso sí, tengamos cuidado, hay demasiados gatos negros sueltos por la calle.




¡Feliz martes trece!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Envía tus comentarios